Ceres en Acuario.

    El sentido práctico de Ceres se expresa en Acuario, en un medio favorable para la intuición; conjugación que permite a la persona desarrollar su individualidad-autodeterminación de forma, en general, armoniosa y agraciada, facilitando posiciones idóneas, tareas adecuadas, proyectos perseguidos, esperanzas, anhelos... Además, Ceres puede contener bastante bien la irresponsabilidad acuariana y reducir la tendencia al fácil compromiso con otros que luego queda defraudado; e igualmente "lima" tendencias despóticas, extremistas e intransigentes, que el signo puede hacer manifestar en el seno de grupos.

    En cualquier caso, el sentido de eficiencia y de moral aportados por Ceres, pueden hacerse necesarios ante tendencia a rebeldías y rechazos injustificados, que, no obstante, esta posición puede hacer manifestar.

     Ceres en Acuario se corresponde con personas que nutren dando libertad a los demás y haciendo sentir a sus hijos que son mas amigos que madres o padres a los suyos -cosa que no siempre es buena-. Tienen un excesivo desapego que puede generar  sensación de inseguridad en sus hijos. Es la posición de Ceres mas renuente a ser madre. Necesitan lograr ciertas rutinas en las comidas, ya que suelen ser bastantes caóticos en los horarios de sus ingestas... Pueden ser creadores de recetas innovadoras.

   Pondré el ejemplo del presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt. Que tenía a Ceres en Acuario en conjunción con su Sol.

 
  La crisis económica de 1929 y su apuesta por una nueva política, el conocido como New Deal (nuevo trato), le hizo ganar la confianza de los estadounidenses en las elecciones de 1932 derrotando al candidato republicano Herbert C. Hoover, y convirtiéndose en el presidente de Estados Unidos de América por el Partido Demócrata.

  Su política económica New Deal consistió en estimular el gasto público mediante inversión en infraestructura, durante sus primeros años de gobierno ejecutó todo tipo de proyectos como hidroeléctricas, carreteras, escuelas y en general todo tipo de obras públicas, modernizando significativamente el país cosa muy relacionada con Ceres en Acuario, nutre a los demás modernizándolos. No hay ninguna prueba de que el New Deal tuviera eficacia en la lucha contra la crisis, que perduró hasta que Estados Unidos movilizó su economía con la Segunda Guerra Mundial. En cambio, su éxito es innegable en el plano social. La política llevada por el presidente Franklin D. Roosevelt cambió el país mediante una revolución, como él mismo expresó: "si es una revolución, ella es pacifica, llevada a cabo sin violencia, sin el derrumbe del imperio de la ley y sin la negación del derecho equitativo de todo individuo o clase social" (palabras del mismo Franklin D. Roosevelt escritas en su libro "The test of our progress" llamado en castellano "En Marcha"), en esto se puede ver el concepto de igualdad acuarianos. Por otra parte, los programas del New Deal eran abiertamente experimentales, manifiestamente perfectibles, tengamos en cuenta que lo moderno y experimental también es acuariano, dados los costes de este proceso, se podría haber preferido un programa de cambio más completo. Sin embargo, el carácter imperfecto del New Deal permitió una crítica constructiva y una reflexión más pausada que abrió la vía a un mejoramiento de la democracia estadounidense en los años siguientes y que perdura hasta la actualidad. En materia sindical, la adopción de la Wagner Act permitió hacer de los sindicatos unos colectivos poderosos.

 Durante su mandato potenció la política exterior luchando por conseguir la primacía mundial estadounidense, estableciendo relaciones diplomáticas con la Unión Soviética en 1933. Como respuesta a la amenaza de la Alemania de Hitler, puso en marcha una serie de medidas preventivas (rearme, economía de guerra, alineación con las potencias occidentales) que prepararon a su país para un posible enfrentamiento armado. Su declaración de guerra contra Alemanía fue otra forma de proporcionar libertad a todos.

Franlin D. Roosevelt declarándo la guerra a Alemanía.

 En los hechos, a pesar de no participar en la guerra directamente, estableció un fluido abastecimiento de armas y pertrechos de guerra para sus aliados y, por contrapartida derechamente impidió iguales condiciones para con las potencias del Eje, como por ejemplo el bloqueo de hidrocarburos hacia japón.

 El fantasma de la guerra se presentó con el ataque a Pearl Harbor proveniente del mando japonés a la base militar en Oahu Pearl Harbor en el Pacífico en el año 1941. Ante esta agresión, Roosevelt declaró ante el Congreso que ese día sería conocido como el día de la infamia y pidió el estado de guerra al Congreso. Actuó firme y enérgicamente en todos los aspectos necesarios para llevar a su país y su industria a un óptimo esfuerzo de guerra.

  Ordenó el internamiento de 110.000 japoneses y ciudadanos estadounidenses de ascendencia nipona, incluyendo ancianos, mujeres y niños (pero no hizo lo mismo con alemanes, italianos, rumanos, búlgaros, croatas, ni finlandeses), en campos de concentración en la costa oeste de EE.UU. Aprobó presupuestos de guerra destinados no sólo a reconstruir los acorazados hundidos en Pearl Harbor sino también a la implementación de una flota superior a la que se tenía a la entrada de la guerra. Propuso y apoyó la Incursión Doolittle como primera respuesta ofensiva al territorio japonés en marzo de 1942 y mantuvo un fuerte ascendiente sobre el alto mando de las fuerzas armadas.

  Partidario de la vía diplomática y de mantener contactos personales con los políticos aliados, se entrevistó en varias ocasiones, por separado y conjuntamente, con Winston Churchill y Stalin para conseguir acuerdos al finalizar la Segunda Guerra Mundial en la llamada Conferencia de Yalta. En esta línea y de acuerdo a su deseo de lograr un entendimiento pacífico entre los distintos países, promovió la creación de una Organización de las Naciones Unidas (ONU) otro aspecto de Ceres en Acuario. En su labor política, además, destaca el importante papel jugado por su esposa Eleanor.

 Aunque tenía conocimientos del proyecto Manhattan sobre el desarrollo de la bomba atómica, no alcanzó a administrar su uso.

  El avanzado cáncer cerebral que padecía pudo más que la fortaleza y el tesón del político, muriendo en su escritorio en la residencia en Warm Springs, Georgia, el 12 de abril de 1945, a las puertas del fin del conflicto, sin ver concluida la Segunda Guerra Mundial y sin lograr un acuerdo con el cada vez más poderoso Stalin.

  La muerte le impidió completar su último mandato tras las elecciones de noviembre de 1944. Se trata del único presidente, tras romper la tradición establecida por George Washington de no ser elegido por más de dos mandatos (o no reelegirse más de una vez), que ha gobernado durante cuatro mandatos (1933-1945). 

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