Urano en Escorpio

  Los planetas más lejanos en su tránsito por los signos del Zodíaco; Urano, Neptuno y Plutón. Al ser los más alejados de la Tierra, su movimiento aparente es extremadamente lento, de forma que el más rápido, Urano, tarda unos siete años en transitar solamente por un signo y 84 en dar la vuelta al Zodíaco. Neptuno tarda casi 14 en transitar cada signo y cerca de 166 años en dar la vuelta completa. Finalmente, el alejadísimo Plutón, de órbita irregular, puede llegar a tardar, en algunos casos, hasta casi 30 años en pasar por un solo signo y casi 247 en hacerlo por todo el Zodíaco. Debido a esta gran lentitud, el estudio de estos planetas no se puede abordar del mismo modo que hemos hecho con los anteriores, y que, en este caso, sus efectos se aprecian mucho más en el ámbito histórico o generacional que en el plano individual.

  Para ver mucho más claramente la influencia de estos planetas en el ámbito individual hay que estudiar su posición en las casas más que en los signos zodiacales, aunque al transitar por éstos marcan determinados periodos de la historia que tienen una características comunes.

  Solo en aquellas personas que tengan alguno de estos planetas ascendiendo o culminando, o formando una conjunción o en estrecho aspecto con el Sol, la Luna o el planeta regente de la carta, se podrán manifestar los efectos de estos tránsitos de modo individual y concreto y en algunas ocasiones en muy alto grado.

  Urano transitó por el signo de Escorpio entre 1975 y 1981, período que en España coincidió con la difícil transición a la democracia y que en el mundo se produjo la llegada al poder de líderes mucho más radicales que hasta entonces, como Ronald Reagan en Estados Unidos, Margaret Thatcher en Inglaterra, Jomeini en Irán o Juan Pablo II en el Vaticano. También en este período apareció una nueva y terrible enfermedadad vinculada con el sexo: el SIDA. En este signo, Urano se encuentra exaltado, es decir, influye con gran potencia, ya que planeta y signo tienen en común las tendencias drásticas y revolucionarias, que de este modo se incrementan. Por ello, la generación nacida bajo este tránsito es más radical, y está más predispuesta a la rebeldía o la revolución. La posición produce un naturaleza apasionada, dotada de gran carisma o magnetismo, con gran determinación para cambiar las cosas de modo drástico, llegando hasta los mismos cimientos e incluso empleando la violencia si es necesario. Estas personas experimentarán a lo largo de su vida grandes y profundos procesos de cambio o transformación interior, o harán que estos procesos los experimenten quienes los rodean. Sienten una inmensa atracción por las ciencias ocultas, la muerte y el más allá, y desean estudiar e investigar científicamente lo desconocido y los grandes misterios que angustian al ser humano, todo ello enfocado desde nuevos y originales puntos de vista. Tienen asimismo afán de experimentar nuevas facetas en el universo de la sexualidad y poseen una profunda intuición.

    Un ejemplo emblemático de esta configuración podría ser la del escritor de relatos cortos y de misterio Edgar Allan Poe con un Urano en Escorpio personalizado por estar en conjunción con el Ascendente.