Saturno en la casa VI

   Las personas con Saturno en la casa VI abordan el trabajo y las responsabilidades con la máxima seriedad y concentración, realizándolo con la mayor eficiencia y meticulosidad. Son disciplinados, rutinarios, ascéticos y espartanos, y en general, es una buena posición para tareas administrativas o contables y para todas aquellas que requieren la máxima precisión y atención a los detalles. Tiene necesidad de realizar fatigosos y continuados esfuerzos y sacrificios, a menudo sufriendo a un jefe tiránico, exigente y distante. Cuando ellos son jefes, crean muchos problemas en la relación con los empleados y servidores, que suelen ser exigente y fría. 

  Se piden demasiado a sí mismos y a los demás. El trabajo y las responsabilidades entonces causan constantes agobios y preocupaciones que van minándoles lentamente la salud. Suelen sentirse alienados en un trabajo que, por lo general, no les gusta y que al mismo tiempo no pueden dejar porque les da de comer. Se consideran mal pagados y que sus grandes esfuerzos no son reconocidos.

   En si misma, esta posición de Saturno es desfavorable o amenazante para la salud. Los nativos se verán asaltados por constantes temores, angustias, depresiones y melancolía o bien tendrán un carácter hipocondríaco y su vitalidad puede estar minada por numerosas enfermedades, especialmente aquellas que se relacionan con Saturno: problemas de huesos o las articulaciones, reumatismo, artritis, gota, litiasis renal o biliar, y estados de debilidad o astenia general. Asimismo, peligro de enfermedades crónicas o que se acaben convirtiendo en crónicas.

   Como ejemplo de Saturno en la casa VI, a nivel de trabajo puedo poner la oscura figura del Cardenal Richelieu. Además con Plutón en la cúspide de la casa VI, además de tener a Saturno en dicha casa.

   Ahora un ejemplo reciente. La carta natal del político español de izquierdas Julio Anguita, que tuvo que dejar su carrera política por serios problemas de salud.