Carmén se fue con el sueño.

   El día 27 del mes presente. Mi suegra Carmen falleció mientras dormía. La pobre se hizo el desayuno, recogió, se sentó en su sillón, se durmió y su corazón se paró, dejando desconcertada a toda la familia. Aunque ya hacía tiempo que padecía del corazón lo tenía más o menos controlado, el día anterior había ido con mi mujer a la caja de ahorros para arreglar unas gestiones y por la tarde había ido con mi cuñada a una enfermera, que le había tomado la tensión y la tenía bien. Lo único que le habían encontrado era la pulsación un poco acelerada, cosa normal que le ocurria cuando tenía que salir, pero nada fuera de lo habitual.

   Carmen tenía 83 años y como comentó el sacerdote en su funeral, murió de una forma dulce y natural, como cuando "cae un fruto maduro del árbol". La doctora de la teleasistencia médica que acudió enseguida, viendo nuestro desconcierto, nos comentó que a ella le gustaría morir así, en su casa, sin sufrimiento, sin darse cuenta. Claro, que Carmen tenía una conjunción Sol-Mercurio-Venus en la casa VIII en el signo de Cáncer. Entre ellos destacaría a Venus, el planeta más afín al signo de Cáncer y por tanto dominante en la triple conjunción, no lejana de Plutón. Plutón se sale de la casa VIII y se sitúa en la casa IX, por su proximidad a su cúspide y todo en una carta en la que Domina Neptuno desde el Medio Cielo. El planeta del sueño. Un Neptuno que ciertamente refleja la capacidad de sacrificio, la abnegación que tenía la madre de mi mujer. No solo habiéndose hecho cargo de sus tres hijos, sino por el hecho de haber tenido que ocuparse de sus hermanos pequeños en las terribles circunstancias de la guerra civil española y la postguerra. Esto se puede apreciar por la conjunción de la Luna con Saturno, en la cúspide de la casa II. Carmen era una mujer muy austera y muy discreta.


   El Atacir del ciclo de 60 años, es muy importante. Es uno de los que siempre deberiamos mirar en  una carta y es muy adecuado incluso para corregirlas. Aprendí de Tito Maciá que la técnica de los Atacires es la mejor si uno desea realizar predicciones empleando una sola técnica.

  Veamos la carta natal de Carmen en el momento de su fallecimiento. Lo primero que llama la atención es que el Ascendente, uno de los puntos hylegs importantes se va a situar en conjunción con Urano -lo inesperado- y con el Parte del Infortunio. Señalando una circunstancia repentina y desgraciada por la que tenía que pasar. Al mismo tiempo el mismo Ascendente se sitúa en oposición a la conjunción de Marte con Júpiter. Sin embargo, es muy curioso como el atacir de la conjunción Urano-Parte del Infortunio se sitúa sobre Neptuno. La desgracia inesperada sobrevenida en el sueño.



     Otra cosa que llama mucho la atención es la situación del Atacir de Plutón en conjunción con la Luna -otro Hyleg o significador de la vida-.

    Finalmente tanto la pérdida de la conciencia como la debilidad de su corazón, se ve reflejada a través de la oposición del Atacir de Neptuno al Sol, como de la cuadratura del Atacir del Sol a Neptuno. Entonces queda claro que en el Atacir del 60 queda señalado un momento muy delicado.

    Por supuesto, que para predecir un acontecimiento emplear una sola técnica es algo temerario. Lo ideal es emplear el Cuadrivium de Prognosis: Direcciones Primarias, Progresiones, Revoluciones y Tránsitos. Sin embargo, me he querido centrar en los Atacires porque es una de las técnicas menos conocidos. Aunque afortunadamente cada vez lo son más y porque está al mismo nivel de importancia que las Direcciones.

   Con todo esto también he querido realizar un homenaje a Carmen, una señora que vivió y murió muy discretamente, sin molestar y de la cual guardaré siempre un grato recuerdo.


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